30 dic 2010

ψ El diván III: Música y cerebro

Todo el mundo, quien más quien menos, sabe de sobra que la música es (a excepción de Camela) una amalgama de sonidos que describe y produce distintos estados anímicos, yendo desde lo eufórico hasta lo puramente depresivo.


También se ha hablado del efecto que produce la música en nuestra sesera como el timo humanista dilema aquel del Efecto Mozart, que consistía en un incremento de la inteligencia al escuchar las composiciones del amigo Amadeus pues , según Rauscher y Shaw (1993), los patrones y el cronometraje de las mismas activan la corteza auditiva y zonas asociadas con la emoción, también logra activar áreas del cerebro vinculadas con la coordinación motora fina, la visión y procesos superiores del pensamiento (Wikipedia dixit) hasta producir el mismo efecto que...una Powerbalance. Gracias revista Nature por hacer que seamos el hazmereir que avance nuestra disciplina.


Y como no me apetece una mierda seguir escribiendo, son fiestas y merezco un respiro, aquí os dejo un interesante documental de la National Geographic titulado "Mi cerebro musical". Sale Sting, pero bueno, más me joden a mi los lunes. Un bechi y Feliz Año Nuevo.