2 abr 2011

Muchas letras juntas VII: Testamento


Allá donde rindan los últimos coletazos de mi existencia, rodilla al suelo y testa coronada. No más perdón por aquellos que nunca me dieron nada, ni rencores. Partiré con valor y ese será el testamento para mis hijos y los hijos de sus hijos.


No quiero dejar un mundo de corazones en un puño, de corderos y lobos, de niños perdidos. Desearía allanar el paso de los que lleguen. Temo por aquellos que jamás conozcan el amor, pues esa es la cura del miedo y el arma para toda batalla. Amor por el pequeño mundo que nos rodea, que se va a la mierda sin que alcemos el puño ni mostremos los dientes. 


Asumimos la derrota porque jamás conocimos la guerra y sin embargo mamamos de una loba que nos pudre en su Pax Romana y nos devora a placer. Si sobrevivo que sea para mejorar el suelo que piso y no darles el gusto de verme caer.


Vende cara tu sangre, ese será tu testamento.